[Quizá esperaban terminar en la cama de uno de los muchos atractivos residentes, para unos momentos de flirteo descarado y algún toqueteo "porque la Gerencia me obliga", pero en este caso está muy lejos de cumplir alguna fantasía loca de nadie (y si la cumple, no juzgamos, okay).
Porque si terminas con él, te encontrarás en una cama sumamente revuelta, ligeramente húmeda, donde este tipo está enroscado no sólo en mantas mal acomodadas, sino parcialmente en toallas, todo su cuerpo sudado y tembloroso, haciendo quejiditos entre sueños cual perrito abandonado mientras lucha con sus pesadillas de siempre para lograr descansar un poco.]