[No lo nota mucho, distraído con su conversación y otra punzada horrible que lo hace cerrar los ojos y jadear despacito. Sacude apenas la cabeza.]
N-no lo sé. [De pronto recuerda esa vez que fuiste a pedirle al Árbol que te diera sus heridas. Se pregunta si esto tendrá que ver con compartir también, de alguna forma...]