[Si bien es un día de despedidas, también parece ser un día de bienvenidas. Porque por aquí hay un hombre en traje y de aspecto respetable que definitivamente es una cara nueva, y que se acerca a la feria con educado interés, aunque también parece ligeramente curioso y desconcertado.
Está algo molesto, también, porque si lo que dice el folleto que lleva en una mano es cierto, le parece una absoluta descortesía. Pero no puede negar tampoco que es conveniente ya no estar herido, aunque haya sido abducido en un momento de incómoda incertidumbre. Pero en fin, nada de eso se notará por el modo en que saluda amablemente a todo el mundo, y se acerca a mirar con interés las ilustraciones anatómicas que hay por ahí, como si justamente esta fuera la forma en que había planeado pasar su tarde.]