[Te deja hacer eso, mirándote atentamente, y por un momento tiene que reprimir una risa sin humor ante la ironía. Sí, la eternidad. Tú, que no puedes morir, y él, que aparentemente no puede dejar de morir.]
... Sólo si lo encuentro tan interesante como tú. [Ahora que recuperó el control, siente que las manos le pican por usarlo de alguna forma. Siente el viejo impulso de castigarte, también. Supone que provocarte es un buen intermedio.]