[Se queda callado un momento, simplemente mirándote, y su expresión se cierra un poco. Sí, recuerda cómo, cuando regresaste, deseabas morir, y él decidió no darte eso, justamente, para que sufrieras lo que debías sufrir.
Pero ahora recuerda también esos primeros días en su mundo sin ti, sin el prospecto de verte o de hablar contigo en algún momento en el futuro, fuera de sus planes... lo perdido que se sentía. Lo diferente que es tenerte aquí, así, el trabajar juntos en ocasiones... Se pregunta si cualquier posibilidad de tener algo como esto se habrá perdido allá, en su mundo.]
[...] Si alguna vez logras salir de ahí, encontraré una forma de detenerte. Y te mataré. [Si hace falta.]