[Esta hechicera sintió el cambio mágico en el aire, por supuesto. Y salió cubierta con una bufanda de seda alrededor del rostro para evitar respirar el polen o el perfume de las plantas-- lo que sea que esté causando el caos.
Y pensando cómo podría aprovecharlo para sus propios hechizos, así que también lleva con ella varios frasquitos y herramientas para recolectar ingredientes.]