[Por aquí hay una hechicera que, tras décadas de ser cortesana, ya no tiene paciencia para estas cosas. La única razón por la que aceptó la invitación al Concilio fue en parte por curiosidad, en parte porque sabe que hay bastantes hechiceras jóvenes, y alguien tiene que cuidar que no les llenen la cabeza con ideas estúpidas sobre lo que pueden o no hacer.
Las puertas que llevan a lados diferentes son cosa suya, y tal vez si está de humor llegue a presentar una danza de fuego, pero lo cierto es que no está para ser el espectáculo de nadie, ya no. Mientras tanto, puede verse espectacular de todas formas.]