Al inicio, no. Decidí quedarme y dejar de intentar escapar a cambio de que liberaran a Theo, pero se suponía que solo estaría ahí hasta su ceremonia de mayoría de edad. Mientras estuve en el castillo nunca me trataron mal y pasé mi tiempo aprendiendo diferentes cosas para que pudiera ser su doble, así que mi existencia era un secreto. Durante ese proceso formé una amistad con Alexia, aprendí mucho de ella, sobre el riesgo constante en el que estaba, sobre el importante peso que llevaba sobre sus hombros y en lo mucho que sinceramente deseaba hacer de Morrigan un mejor reino.