Mmm, está bien que Gil me extrañe. Creo que... ah, soy lo suficientemente egoísta que no quisiera que no lo hicieras. Pero no demasiado. Y no siempre, hermano. Eso se volverá terriblemente aburrido pronto.
Pero, mmm... sería bueno que me extrañaras cuando estés preparando mi postre favorito. Y definitivamente cuándo alguien te esté causando dolores de cabeza.