Gino-sensei no es así. ¿No fuiste tú quien empezó a practicar tiro para cubrirnos las espaldas cuando hacíamos idioteces? Nunca odiaste a los Enforcers, por más que rabiaras. Apuesto a que seguías malcriando a Kougami.
No es tu culpa, Gino. Él tampoco debió dejarte solo. Ambos tomamos pésimas decisiones.