[Te escucha atentamente, progresivamente menos confundida y más... interesada. ¿Otros mundos? ¿Magia? Esto es... peligroso, y desconocido. Y emocionante. Sus ojos brillan ligeramente cuando terminas.]
... Entonces, sigues vivo. [Lleva su mano de nuevo a su garganta, pensativa. No, pero recuerda la sensación del aguda del cuchillo, enterrándose en su cuello, la sangre corriendo por-- Reprime un estremecimiento.]