[Se ríe un poco, presionando su frente contra la tuya, acomodándote contra tu cadera]
¡Así es! Tía Chuck va a cuidarte un rato. Aunque vamos a tener que decirle a tío Sam también, para que no lo sorprendamos demasiado. Aunque sería maravilloso saber tu nombre, tesoro.
[... va a revisar tu ropita, a ver si de casualidad tiene nombre bordado]