[Si sus ojos brillan y habla con más vehemencia, sólo es porque lo frustra mucho.]
Y sin embargo, aquí estás, repitiendo como un loro lo que esas personas insignificantes te dijeron hace décadas. Y cada vez que lo haces, que crees lo que ellos te dijeron, los dejas ganar de nuevo.
¿O acaso crees que ellos siquiera piensan en ti, sentados en sus deprimentes trabajos de oficina? Mientras tanto, tú, un hombre inmortal, a mundos de distancia, no puedes dejar de pensar en cada cosa que dijeron sobre ti, como si su opinión importara algo [Suelta tus manos de golpe.]