[Te mira un momento más, porque te conoce, y sabe cómo te gusta pensar que mereces el dolor en tu vida. Y en algunas ocasiones estaría de acuerdo, pero ahora aprecia el que seas capaz de admitir que no lo quieres, lo toma como una buena señal.]
[Habla algo más quedo:] Te mostraré algo. [Extiende su mano, palma arriba, para que la tomes.]