[Las palmas de sus manos están sangrando por la presión de sus puños y sus uñas largas. Y cuando sacude un brazo como si estuviese luchando contra su propio dolor e ira, una larga lanza de hielo se clava en su propia pierna, asegurándola contra el piso que ya está lleno de nieve, como para tratar de evitar que pueda avanzar más.]