[Separa sus labios, pero la sangre ahoga sus palabras.
El rey se relame la muerte de los labios, el sabor familiar y bienvenido, sin ser perturbada por el ardor de su cuerpo reconstruyéndose.]
¿Y bien? ¿Qué planeas hacer ahora? ¿Dónde caerá el siguiente corte? Mi interés por este duelo acabó hace mucho, arquero, y mi indulgencia está próxima a hacerlo.