[Cuando entres, te vas a encontrar un desastre de escombros y restos de muebles desvencijados y despedazados por la habitación principal. Él, por su parte, está acuclillado en el rincón más lejano a la entrada, agarrándose la cabeza entre las manos con fuerza, y temblando violentamente. Tiene los ojos vidriosos y cuando alza la mirada hacia ti en un primer momento no parece reconocerte, hasta que suelta con voz ahogada:]
Napoleon-- [Ayuda. Está aterrado. No sabe qué hacer, no consigue detenerse, siente que está perdiendo la cordura, y su miedo sólo lo frustra y lo enfurece más.]