[Deja. de. preguntarle. Casi suelta una risotada amarga, y se tambalea hasta la barra, apoyándose contra ella un momento, dándote la espalda. Y se siente tan furioso y tan desesperado por un momento, que lo único que logra hacer es mover bruscamente su mano para golpear un vaso en la barra y lanzarlo lejos, esperando que se quiebre estrepitosamente en algún sitio.]