[Bajo uno de los varios árboles repletos de frutas, en una canasta enorme de mimbre que parece más apropiada para un perrito (uno muy, muy grande) y que trae un moño muy festivo pegado en un costado, hay un tipo también muy grandote, de pelo blanco y un aspecto familiar para muchos, vestido en cuero negro y durmiendo plácidamente.
No tardará mucho en despertar, cuando le caiga alguna de esas frutas encima.]