[En esa misma ingenuidad, él todavía está aprendiendo como protegerse de que alguien a quien adoraba ahora... pueda lastimarlo.
Cuándo separas los labios se hace hacia atrás. No violentamente, pero sí decididamente, girando el rostro para que no se le vean los ojos rojos. Hace una inclinación leve sin verte, buscando poder irse-- y nope, siguen atrapados bajo el muérdago]