[Se queda en su sitio, impasible, aunque ahora te mira con cierta cautela. Porque sí, querría que te arrastraras, querría que admitieras cómo te sientes por él, querría que finalmente te dieras cuenta que él es la única persona a tu nivel, que podría estar junto a ti, que podría entenderte y darte lo que necesitas, lo que quieres.
Por supuesto, no dirá nada de eso. Porque es ridículo, porque es exponerse demasiado, porque aún no sabe bien qué hacer con todo eso.]
No. No quiero que hagas un espectáculo para mí. [Que sea falso, sólo para darle en el gusto.] Quiero que lo entiendas.