[Le complace mucho escucharte decir eso, sintiendo una especie de cosquilleo. Pero, por otro lado, eso ya lo sabía. No, necesita saber más que eso.]
Entonces, ¿por qué te preocupa? [Desliza sus dedos por tu pelo ahora, como jugueteando con él.] Él te abandonó antes, ¿no es así? ¿Por qué debería importarte lo que piense?