[Se acuclilla frente a tu padre. notando su expresión, y chasquea la lengua.]
Oh, no lo mires así. Eso no es ni por lejos lo peor que ha hecho. [Le quita el cinto de la mano con un tirón que espera que le deje marcas en la palma.] Y sólo puedes culparte a ti mismo, realmente. Si no fuera por ti, no nos hubiéramos conocido.