[Te queda mirando, entre cauteloso y sorprendido porque lo... estés invitando a ir a tu casa de nuevo. Y una parte de él está tentada de aceptar, de ir y seguir provocándote y ver qué sucede-- Pero ahora sabe de dónde sale ese impulso. Y que no debería hacerle caso, menos ahora con esta nueva vulnerabilidad que aún tiene que entender.
Pero entonces, recuerda también la expresión ausente que tenías al encontrarlo.][...]
[Sonríe secamente.] Resulta que soy bueno inventando historias. [Se pone de pie, lentamente.] Pero creo que es hora de que me devuelvas mi abrigo.