[Pasan tres cosas: 1) lo que dices suena mucho a un desafío, y le encanta llevarte la contraria, 2) decide que arruinarte de esa forma no sería tan mala manera de pasar el rato y 3) la gelatina no está saliendo de esta forma y sigue pegajoso e incómodo.
Así que deja caer la toalla al lavabo, exasperado, y se mueve para quitarse lo único que trae puesto, antes de caminar hacia la ducha y abrir la puerta.]
No dije que no lo haría. [Ahora, hazle sitio, quiere limpiarse.]