[Hmm... es cierto, tú no lo pasaste tan mal en la tormenta. No te veías tan mareado hacia el final, y ahora que lo piensa tampoco te ves demasiado golpeado ahora. Ella va a tener moretones de aquí a la próxima semana.]
[Gira hacia ti, aún recostada, tendiéndote la botella.] Okay. Cuéntame.