[Los capitanes del Muntjac son bastante menos aptos para maniobrarlo, y aunque si bien ella sabe protegerse sola y pudo evitar (con algo de ayuda mágica) destruirse contra rocas, no tuvieron una buena noche.
Él en particular viene no teniendo buenos días, ni semanas si contamos lo último que vivió en su mundo. Donde antes se esforzaba por aparecer risueño y simpático, ahora está mucho más callado y serio mientras revisa las cosas en la orilla, y curiosea el otro barco una vez que regresa.]