[Sí se detiene entonces, sí, satisfecho habiendo escuchado eso. Vuelve tu umbral de dolor a la normalidad, y suelta tu corazón, retirando su mano. Te mira a ti, y luego a su mano cubierta de sangre, alzándola frente a él en gesto pensativo.]
Aunque me pregunto si lograré hacer que desees que pudiera matarte.