[Te mira un momento más, con expresión impasible, aunque internamente está confundido. ¿Qué pretendes con esto?]
¿Para mí? No debiste molestarte. [Lo dice irónicamente, pero sí se acerca más, hasta detenerse frente al libro y agacharse para recogerlo. Aprovecha ese movimiento para verte más de cerca, sin quitarte los ojos de encima ni por un segundo.]