[Bien. Abre la puerta como si fuera a salir, pero se detiene como si se le hubiera ocurrido algo. Ya que le diste un par de cosas que pensar, él te devolverá el favor antes de irse. ]
¿Sabes qué otra cosa es graciosa? Que pienses que eres un enviado de Dios, un ángel vengador, cuando ni siquiera eres una buena persona. [Sonríe apenas en tu dirección.]
Fue una buena conversación. Deberíamos hacerlo algún día otra vez. [Y ahora sí se mueve para salir.]