[Ya está sentada en una silla con las piernas sobre el brazo, hojeando de cualquier manera]
"Este es el gran engaño del mundo, que, cuando la fortuna nos abandona, a propósito de nuestro propio comportamiento, culpamos de los desastres al sol, la luna y las estrellas, como si fuésemos villanos por necesidad, bufones por compulsión divina, ladrones y estafadores por dominio mundial e infieles por la voluntad del planeta; cómo si nuestra maldad fuera por mandato divino: una evasión admirable del ego humano, de culpar a su ego y terrible disposición a la fuerza de una estrella."