[Vas a ver pequeños reflejos de recuerdos mientras Sieh acepta tu presencia y se relaja, queriendo más ese contacto de lo que va a admitir. Son fragmentos vagos, de Sieh como un niño con ropas sencillas que a veces usa en Tierra de Nada cuando no piensa demasiado en qué usar, abrazando y consolando a un hombre con cabello negro largo, cuyos mechones parecen tener vida propia y cuya presencia es imponente a pesar de que se siente dañado, roto en más de una manera, en un cuarto en completa oscuridad. Otro donde Sieh juega trucos a la familia Arameri, aprovechando cada hueco argumental en sus órdenes y comandos para que alguno muera; hay mucho dolor, rencor, odio y emociones negativas ahí. Otro en que es ordenado a crear una nueva plaga para debilitar otros enemigos de la familia Arameri.
El más breve es un vistazo que quizá te lastime porque no del reino mortal, es de una presencia que es claramente Sieh, una forma que se acerca al gato, sintiéndose feliz de estar en tranquilidad con otra presencia brillante, imponente y que parece el origen mismo del orden, que a su vez parece satisfecho de tenerlo a su lado.]