El festival es de origen asiático, y cómo está hoy organizado con referencias japonesas, menciona la leyenda de la princesa Orihime (Altair) y el pastor Hikoboshi (Vega). Los dos se enamoraron profundamente, pero descuidaron sus labores, por lo que el padre de Orihime los separó. Pero los dos sufrían tanto que las aves formaron un puente para que, una vez al año, los dos amantes pudieran unirse.