[En cuanto salga de ese condenado lugar, va a quedarse un par de segundos afuera, respirando profundo.
Luego va a volver a entrar, sacar la primera silla que encuentre, y salir para revolearla contra una de las ventanas sólo por la satisfacción de ver y escuchar los vidrios estallando, de quitarse algo de la furia de encima con lograr un poquito de destrucción.]