Reacción al encierro y la escasez
[La mansión es grande, pero luego de dos semanas de no poder salir, no lo parece tanto. Los salones amplios parecen más severos y menos acogedores, tu habitación menos un lugar seguro y más una jaula, y las paredes de los pasillos se te cierran encima. Si tan sólo pudieras abrir una sola ventana...
No que eso ayudaría con el frío cada vez más difícil de mantener a raya, ¿no?
Y también está el asunto de la comida. Aún no tienes hambre, pero ya están comenzando a hacerlos comer menos en las cenas, y es lo que va a pasar en los siguientes días lo que te preocupa. Porque la tormenta sigue soplando con la misma fuerza de siempre. ¿Ayudarás a racionar? ¿Vigilarás que nadie robe nada? ¿O serás tú el que se asegure con sus raciones?]