Y volvió a encontrarme. [Por dios que recuerdos. Pero tu sacudida parece sacarlo de su espiral de auto desprecio.] No necesito que me digas lo que valgo, hermano.
Se mete dentro de ti como un parásito-- [Exhala, ahora rehuyendo tu mirada.] Y como uno se alimenta de todo el odio y la rabia que llevas dentro. Es peor cuando estás consciente, porque crees que eres tú quien lleva el centro. Pero el centro te lleva a ti. Cada deseo cruel y retorcido, los hace suyos hasta que te devora de adentro hacia fuera.