[Te arrincona contra una pared, su mano empuñada en tu ropa y su garfio cerca de tu cuello.]
Oh, no. [Te habla entre dientes, aunque sigue sonando engañosamente suave.] Pero voy a ganar este sin importar qué. Así que si este fuiste tú, alimaña maldita, escúchame bien: voy a matarte, sin importar cuán condenadamente imposible sea. Voy a encontrar la manera.