[Observa y percibe todo tu conflicto interno, nunca es buena idea tenerlo frente a un dios, pero Sieh no se burla, solo te mira de forma detenida por un momento.
Luego se transforma en el adolescente, encogiéndose un poco de hombros.]
Te preocupas por él y no puedes dejar de un lado tus prejuicios contra los dioses, sobretodo cuando se trata de algo como esto.