[Este otro mago parece más ocupado en algo menos teórico. Aparece desde las afueras de la ciudad, haciendo levitar frente a él un gran trozo de fierro retorcido, que rescató de alguno de los edificios destruidos, y se detiene en una de las esquinas de la plaza. Una vez allí, extiende una mano en dirección al fierro, y con ayuda de su varita comienza a enderezarlo, dándole forma.]