Sí. ¿Ves? Hay muchas ventajas a las que no les estás sacando partido. [Y de hecho, estaba pensando lo mismo.] Además, no sólo tienes la suerte de tener a tu hermano menor aquí, sino que estás en el estado óptimo para gastarle al menos un par de bromas como todos los hermanos mayores tenemos el deber de hacer de cuando en cuando. Esto es hasta envidiable.