Hmmm, no, está bien. Falta realmente poco. [Te sonríe.]
Cuando el conejo se lanzó hacia la fogata, descubrió algo increíble: su cuerpo no se estaba quemando. El mendigo, profundamente conmovido con su sacrificio, se reveló a sí mismo como el Emperador de Jade, y convirtió al conejo en un ser inmortal.