[Pero no hubo autocanibalismo de por medio, verdad hija mía.
Sus ojos brillan con travesura.] ¡Ohh, Sabrina! ¿Qué les hiciste a esas pobres almas? No, no me digas. Me estás empezando a dar miedo. Este servidor nunca he hecho algo que te molestara, ¿verdad? Cuando se termine todo esto, tu buen y querido amigo Wei Ying va a prepararte todo el chocolate caliente que quieras para asegurar aún más tu cariño.