[No es que Elijah sea alguien fácil de tratar o conocer. Pero, para los que lo han visto, al menos deben de haber notado que siempre, siempre conserva su ropa y traje impecables, los puños de sus camisas siempre limpios.
Su primera - y única - advertencia van a ser las manchas de sangre que trae encima. La sangre en sus manos.