Pero me agradas. Te tengo mucha estima. Me eres... familiar de una manera que no comprendo del todo. En estos momentos realmente... el que mi amigo Sieh esté sufriendo me es más importante que que recordar que tengo un dios milenario entre mis brazos que podría matarme entre un parpadeo y otro.
[Sonríe un poco hacia ti, moviendo el pulgar contra tu mejilla]
Y quiero suponer que al menos me habría ganado una muerte rápida, si te hubiese ofendido de algún modo.