Oh, por favor. [Se pone de pie, caminando hacia ti mientras te señala gesticulando con una mano.]
Te conozco, Quentin Coldwater, y no serías capaz cambiar tu loción para después de afeitar de aroma genérico aunque tu vida dependiera de ello. ¿Se supone que crea que esta mañana despertaste y te dijiste a ti mismo "hey, voy a hacerme un corte de cabello que de hecho resalte mi mandíbula"? Nu-huh, no lo creo, algo raro está pasando aquí.