[Te mira por un momento, casi creyendo que estás fingiendo-- pero oh, wow. Realmente estás perdido.]
... Así que al ladrón le robaron el corazón. [Lo dice con el tono más empalagoso y sarcástico que puede. Eres un idiota.] Quién lo hubiera dicho. Por supuesto, no creo que la CIA estaría muy contenta de escuchar algo como eso.