Pero quiero una amistad como la que tuve contigo. Quiero poder reír de historias de terror porque los dos sabemos lo que es el terror real y no es un asesino con máscara de hockey y un cuchillo. Quiero poder hablar de mis padres y no tener que fingir. Quiero discusiones sobre la muerte y espíritus y que no piensen que tienen que llamar al 911 por ideaciones suicidas.