[Estaba curioso de eso que hacías con las manos y esto es porque dicen que la curiosidad mató el gato... sólo que en vez de morir, ahora le arden los ojos.]
¡Aaagh! [Y si crees que te iba a soltar, pues no. Ahora eres un saco de papas en su hombro. Con su mano libre anda tapando su rostro.] ¿¡Magia!? Agh, maldición.