[Quizá. Pero es una conversación que han dejado que se alargue demasiado.
Abre y pasa hasta la salita. Agarrando alguno de esos juguetes para mantener sus manos ocupadas]
Lo siento. Otra vez. No... No sé si me creas o no. [Aprieta el juguete] Creo que ya descubrí por qué reacciono así aunque, dioses, no sé si pueda arreglarlo rápido.