[Sí, nota tus latidos algo más rápidos, pero como antes en realidad busca por alguna interrupción en el ritmo. Toma un par de minutos en su reloj para asegurarse, pero estar así cerca y escuchar tu corazón latiendo firme terminan de tranquilizarlo a él.]
[Suelta un suspiro y se relaja un poco, alzando el rostro para dejar un beso en tu clavícula.] Estás bien.